viernes, 28 de octubre de 2016

[RESEÑA MANGA] Orochi [Especial Halloween]



¡Un saludo a todos y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!

Sí señor, aquí seguimos al pie del cañón otro día consecutivo más para traeros esta serie de reseñas especiales con motivo de la macabra celebración de Halloween, cada vez más inminente. Como ya sabéis, y al igual que hicimos el año pasado, estos días estaremos recomendándoos unos cuantos mangas y animes de terror de diferentes tipos para que podáis encontrar vuestra lectura y/o visualización idónea para pasar una auténtica "noche de miedo" este 31 de octubre.

Y tras haber hablado del manga Gyô de Junji Ito y de la conocida película Blood: The Last Vampire, hoy es el turno de una obra muy especial: una de las obras más conocidas del más importante maestro del manga de terror de la historia del cómic japonés, inspiración directa para el popular Junji Ito. Se trata, como estáis viendo, de Orochi, obra del maestro Kazuo Umezu publicada en Japón entre 1969 y 1970 y formada por un total de 9 historias independientes recopiladas a lo largo de las décadas en diversa cantidad de tomos (normalmente entre 3 y 6). 

Kazuo Umezu, maestro del terror


Kazuo Umezu (a veces romanizado como Umezz por preferencia del autor) pasa por ser uno de los autores más importantes de la primera generación de mangakas de posguerra. Nacido en 1936, su debut profesional tiene lugar en 1955 con Mori no Kyoudai. A partir de entonces, y sobre todo desde la década de los sesenta, Umezu se convertiría en uno de los grandes iconos del manga de terror como uno de sus precursores, a pesar de haber cultivado también numerosos éxitos en la comedia y otros géneros.

Su obra más conocida en el mundo entero y que se convertiría en uno de los más grandes clásicos del manga de terror sería Aula a la Deriva (Hyouryuu Kyoushitsu), publicada entre 1972 y 1974, en la que se relata cómo una escuela primaria es repentina trasladada en el espacio y el tiempo, con todos sus estudiantes y profesores dentro, y cómo estos niños tendrán que hacer frente al mundo hostil al que han ido a parar tras la pérdida de cordura de los adultos.

Entre sus obras, aparte de Aula a la Deriva, cabe destacar Nekome Kozou (Cat-eyed Boy, 1967-1976), Orochi (1969-1970), Senrei (Baptism, 1974-1976), Makoto-chan (1976-1981), Watashi wa Shingo (My Name is Shingo, 1982-1986), Kami no Hidarite Akuma no Migite (God's Left Hand, Devil's Right Hand, 1986-1989) o 14 Sai (Fourteen, 1990-1995)

Umezu se retiró de su actividad como mangaka en 1995 debido a una enfermedad, pero él mismo se había convertido ya en todo un personaje mediático y ha continuado apareciendo en programas de televisión y películas (como la escena de apertura de esta serie de mediometrajes).

Entre sus conocidas extravagancias es especialmente llamativa su costumbre de vestir con ropa a rayas rojas y blancas al más puro estilo ¿Dónde está Wally?, así como la casa que se construyó, a la que llamó Makoto-Chan House en referencia a una de sus obras más queridas por los japoneses.

¿De qué trata?

Las 9 historias que componen esta serie presentan temáticas variadas, desde un pueblo maldito o un muerto renacido en busca de venganza, hasta otras de corte más realista, como un secreto e intrigas familiares o una chica ciega acosada por un asesino.

Todas estas historias comparten un elemento en común: Orochi, una misteriosa joven de naturaleza y procedencia desconocidas y con extraordinarios poderes paranormales que viaja por el mundo en busca de gente en situaciones complicadas, actuando en ocasiones como una mera espectadora del comportamiento humano y, en otras, ayudando a los personajes de cada historia interviniendo de forma más o menos directa en los sucesos.

Nuestra Opinión

Orochi probablemente pase por ser una de las obras más puramente "de terror" de toda la obra de Kazuo Umezu. Mientras que otras de sus grandes obras, como Aula a la Deriva o Watashi wa Shingo, nos presentan historias que se encaminan más bien hacia el género del thriller psicológico con elementos de ciencia ficción y horror, Orochi tiene unos elementos más propios del género de terror como tal, al menos del terror como lo entendemos hoy en día y en este lado del mundo.

Además, es una de las obras en las que el maestro logra reflejar más acertada y efectivamente el sentimiento de miedo visceral en sus personajes e inducir esa misma sensación de agobio e incomodidad en el lector, tanto a través de las excelentemente ejecutadas historias, como a través de la permanentemente inquietante atmósfera que tiene todo el manga, tan sublime como acostumbra Kazuo Umezu.

Cabe destacar, además, lo fluido y ligero de su lectura. Uno pasa páginas rapidamente, sin darse cuenta, y cada una de sus historias deja con ganas de más, lo cual hace de esta obra una opción perfecta para leer en poco tiempo y pasar un buen rato (o varios buenos ratos) de terror en una noche como Halloween, o como cualquier otra.

Respecto al apartado gráfico, si bien es cierto que mucha gente lo rechazará por su trazo marcadamente clásico, de fuertes influencias tezukianas, como es propio en un maestro de la primera generación de mangakas, debemos instar a todo el mundo a abandonar esos desacertados prejuicios contra el dibujo clásico y a lanzarse a leer, pues no hay mejor dibujo para ilustrar las inquietantes historias de Umezu. Nunca encontraréis expresiones de horror como las que este maestro era capaz de trazar

Tal vez el único fallo sean los altibajos que se pueden apreciar entre unas historias y otras, pues no todas ellas tienen la misma calidad (e incluso un par de ellas quizá no se considerarían exactamente "terror"), pero aun así se mantienen unos mínimos de calidad que lo convierten en una de las mejores obras del género que hayamos leído.

Sin duda, por su temática y lectura fluida se trata de una de las mejores opciones para este Halloween. No os la perdáis.


[ - Valoración: Muy Bueno - ]

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