miércoles, 23 de diciembre de 2015

[RESEÑA ANIME] Tokyo Godfathers



Saludos a todos nuestros lectores una vez más. Hoy en La Bandera de la Libertad, hablaremos de una de las grandes obras maestras del gran Satoshi Kon, una película navideña y familiar que sin duda recomendamos para estas fechas: Tokyo Godfathers.

Estrenada en 2003, este fue el tercer largometraje del malogrado genio de la animación Satoshi Kon, producido por el prestigioso estudio MADHOUSE. A pesar de alejarse considerablemente del estilo habitual del director, Tokyo Godfathers se convirtió en un clásico contemporáneo instantáneamente gracias a su calidez y, como sí fue una constante en la obra de Kon, la profundidad de sus personajes.

Satoshi Kon, genio de la animación

Satoshi Kon, nacido en 1963, logró consagrarse rápidamente como uno de los más talentosos directores de animación de la historia a pesar de corta carrera, truncada por su prematuro fallecimiento. 

Kon comenzaría su trayectoria profesional en el mundo del manga, como asistente de otro gran autor, Katsuhiro Otomo (Akira), cuya influencia sería claramente visible en el estilo gráfico de Kon. Entre sus trabajos como mangaka encontramos World Apartment Horror, con guión del mismo OtomoRegreso al Mar (Kaikisen), Seraphim: 266613336 Wings, guionizado por Mamoru Oshii, u Opus

En 1998, Satoshi Kon se lanzó al mundo de la animación con su ópera prima, Perfect Blue, convertida instantáneamente en un clásico moderno y considerada a día de hoy uno de los mejores thrillers, no solo del cine de animación, sino de la historia del cine.

Continuaría cosechando éxitos en 2001 con Millenium Actress, a la que seguirían Tokyo Godfathers en 2003 y Paprika en 2006, su último filme finalizado. En 2004 dirigió su única serie de televisión, Paranoia Agent, en la que vertió todos los retazos de ideas a partir de los cuales no se podía desarrollar un largometraje.

En 2010 le fue diagnosticado un cáncer terminal. Kon decidió retirarse y pasar sus últimos meses de vida con su familia, hasta su fallecimiento en agosto del mismo año, a la edad de 46 años. Dejaba así inacabada su nueva película, The Dreaming Machine (aún a la espera de ser retomada y finalizada por el estudio MADHOUSE), y quién sabe cuántas obras maestras aún sin salir de su genial mente.

A pesar de su prematura muerte, Satoshi Kon ofreció al mundo obras de inigualable calidad, un legado no muy abundante pero de grandísimo valor.

¿De qué trata?

La película nos cuenta la historia de Hana, Gin y Miyuki, tres vagabundos (un transexual, un hombre de mediana edad y una adolescente fugada de casa) peleados con sus pasados que encuentran un bebé en la basura la noche del 24 de diciembre. Juntos intentarán encontrar a la madre de la criatura, pasando por diversos peligros y aventuras que les llevarán poco a poco a reencontrarse y reconciliarse con sus respectivos pasados y consigo mismos.

Nuestra Opinión

Tokyo Godfathers es una película perfecta para disfrutar en familia. Es cálida y familiar, pero a la vez tiene acción y comedia, por lo que su visionado es fluido y no aburre en ningún momento. Las escenas finales son tremendamente intensas, tanto en acción como en dramatismo, y los personajes están perfectamente caracerizados para cumplir su función tanto en escenas cómicas como tristes.

La historia se desarrolla mediante casualidades: un personaje que aparece en el momento justo o un golpe de suerte increíble son habitual durante la película, pero lejos de quedar artificial y forzado, hace que la película sorprenda, pues sabe utilizar las casualidades de la vida de forma magistral.

Además, el desarrollo de los personajes es sencillamente sublime. Sus historias se van revelando en el momento preciso, permitiéndonos empatizar con ellos mientras asistimos al proceso por el que se reconcilian con sus respectivos pasados y se perdonan a sí mismos. Sin duda, es su fantástico trío protagonista lo mejor del filme y lo que consigue que este nos robe el corazón.

Visualmente es también sobresaliente. La ambientación es perfecta, la animación destaca especialmente en rostros y en las escenas de acción. Y finalmente, la BSO es perfecta, como en todas las obras del gran Satoshi Kon.

Una película divertida, con buenas dosis de acción, comedia y drama, muy cálida y familiar y sin duda con un final maravilloso que encantará a mucha gente. No es sino una intensa travesía navideña por las nevadas calles de la capital japonesa en la que los protagonistas no solo encontrarán a los padres de la pequeña, sino que irán tropezándose como por mágica casualidad con sus pasados y con los problemas que llevan rehuyendo media vida para, finalmente, enfrentarlos cara a cara y alcanzar la redención que les permita continuar adelante con sus vidas. 

Una obra maestra de un genio.


Nota Final: 10 [ - Imprescindible - ]

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