viernes, 13 de noviembre de 2015

[RESEÑA MANGA] El Almanaque de mi Padre



Hola a todos y bienvenidos una vez más a La Bandera de la Libertad. Os traemos en esta ocasión una nueva reseña. Esta vez hablaremos de El Almanaque de mi Padre, una joya del drama costumbrista, probablemente la obra magna del inigualable Jiro Taniguchi, grandísimo maestro del que ya hemos reseñado con anterioridad otra de sus grandes obras, Barrio Lejano.

Jiro Taniguchi, sensibilidad y costumbrismo

Jiro Taniguchi, nacido en 1947, se alza actualmente con uno de los más importantes autores de manga de corte intimista y adulto, y uno de los más reconocidos por el público occidental ajeno al mundo del cómic japonés.

Impulsado hacia el arte del manga por la corriente del gekiga a través de revistas como Garo y autores como Yoshihiro TatsumiTaniguchi se trasladaba a Tokio en 1969 para comenzar su trayectoria profesional, inicialmente como asistente de mangakas como Kyuta Ishikawa y Kazuo Kamimura, hasta su debut en 1972 con Kareta Heya

A lo largo de la década de los 70, Taniguchi dibujaría gran cantidad de obras a partir de las historias de otros guionistas, entre los que destaca Natsuo Sekikawa, con quien crearía, entre 1987 y 1997, la obra que constituiría el punto de inflexión más importante de su carrera: La Época de Botchan (Botchan no Jidai), en la que, inspirados por la celebérrima novela de Natsume Soseki Botchan (una de las más importantes de la literatura japonesa del siglo XX), ambos autores abocetan un delicado retrato de los últimos años de la Era Meiji (1868-1912). Esta obra le valdría a Taniguchi más de un premio, entre los que cabe señalar el Gran Premio Cultural Osamu Tezuka en 1998.

De manera simultánea a la publicación de La Época de BotchanTaniguchi empieza a destacar con la publicación de numerosas obras de corta extensión y tono costumbrista e intimista, como El Caminante (Aruku Hito) o Tierra de Sueños (Inu o Kau). Entre ellas, sobresaldrían especialmente El Almanaque de mi Padre (Chichi no Koyomi, 1994) y Barrio Lejano (Haruka na Machi e, 1998), en las que reflexiona sobre el retorno a tiempos pasados y la reconciliación con uno mismo.

Desde entonces, Taniguchi alternaría la creación de este tipo de obras con otras de temática naturalista y aventurera, como SetonLa Cumbre de los Dioses (Kamigami no Itadaki) o Blanco (Blanca).

Especialmente admirado en Francia, Jiro Taniguchi se convertiría en uno de los principales representantes japoneses del movimiento artístico de la nouvelle manga, liderado por el historietista francés Frédéric Boilet, y que busca la combinación de las formas artísticas y narrativas propias del manga y la bande desinée (cómic franco-belga).


¿De qué trata?

El Almanaque de mi Padre nos cuenta la historia de Youichi, un hombre ocupado que dedica mucho tiempo al trabajo, que se entera de la muerte de su padre, con quien llevaba años sin hablarse y del cual guarda unos vagos recuerdos.

Youichi  viajará a su pueblo natal, donde recibirá una cálida bienvenida por parte de su familia, al contrario de lo que él esperaba debido a los años que había pasado sin relacionarse con ellos.

Estos le contarán historias olvidadas de su infancia que traerán a su memoria viejos recuerdosrecuerdos de un padre bueno y cariñoso que siempre le quiso y se preocupó por él a pesar de todo y que le ayudarán a reconciliarse con la memoria de su padre.

Nuestra Opinión

Taniguchi se corona con este manga como el maestro absoluto del costumbrismo. Desde el principio tenemos una atmósfera cálida y un ambiente muy familiar por el que da gusto dejarse atrapar mientras lees.

El ritmo de la obra es lento y pausado, al más puro estilo del costumbrismo japonés, lo cual la hace una lectura perfecta para simplemente relajarse y dejarse llevar por sus páginas.

Pero además de eso, es una maravilla dramática que expresa los sentimientos de sus personajes con una gran intensidad, logrando que sea fácil identificarse con ellos en todo momento.

La mayor parte de la obra está formada por capítulos que nos cuentan episodios pasados de la vida del protagonista, permitiéndonos formarnos poco a poco una imagen más detallada del padre y diferente a todo lo que nos esperábamos.

Una historia de reconciliación con el pasado y con uno mismo, muy intensa, muy humana y con un ritmo y ambientación magistrales. Sin duda, la mayor obra de un genio.

Nota Final: 10 [ - Imprescindible - ]

No hay comentarios:

Publicar un comentario